La semana pasada se estrenaron los primeros capítulos de Velma, la nueva serie animada para adultos de HBO. Es una reescritura queer y feminista de la clásica serie infantil, Scooby-Doo. Además, es una precuela, pues toma lugar antes de la formación de Misterios S.A. En el primer episodio, la protagonista es inculpada por el asesinato de dos de sus compañeras, cuyos cuerpos fueron encontrados sin cerebro. Para probar su inocencia, debe desenmascarar al verdadero asesino. No obstante, un trauma de su pasado obstaculiza su capacidad para resolver el misterio.
Dado que muchxs crecimos con la caricatura original, fue recibida con escepticismo desde que se anunció. Yo no soy la clase de persona que se molesta con las nuevas versiones de objetos culturales que formaron parte de mi infancia. Por lo mismo, tampoco me preocupa que se mantengan fieles al material original, mientras propongan algo nuevo y de calidad. Lamentablemente, este no es el caso de esta producción de HBO.
El problema de Velma
Al igual que Harley Quinn, la serie animada sobre la novia del Guasón que muestra la independización y liberación sexual de la villana de Batman, Velma busca ser irreverente y darle un giro queer y feminista al personaje. La única diferencia es que, mientras que la primera es aguda e inteligente al momento de lidiar con los temas que presenta, la segunda carece de profundidad. Por esto, mientras que las ideas que busca incorporar a la narrativa son relevantes, la ejecución falla de sobremanera.
Por ejemplo, la secuencia inicial del primer capítulo muestra a Velma cuestionando a Dafne sobre los cambios de etnia que se realizan a personajes que son originalmente blancos. La segunda responde con que no debería ser problema cuando nadie protesta el famoso whitewashing. Esto es una clara referencia a la caracterización de Velma y Dafne dentro de la serie.
No me malentiendan; si hay algo que me encanta ver en series de televisión y películas es cuando dichas hacen uso de la metatextualidad. No obstante, la opinión que aquí se expresa y se refuerza carece de ambigüedad. De hecho, hay veces que estos cambios no son una elección apropiada. Tal es el ejemplo de Hamilton y Bridgerton. Esta visión tan simplista del asunto encapsula la manera en la que Velma aborda sus distintas temáticas.
Es decir, la serie parece querer golpearte en la cara con lo que intenta comunicar. Sin embargo, todas las cosas que intenta decir ya fueron dichas y de mejor manera por una gran variedad de películas y series que la precedieron. En conclusión, la falta de profundidad en los temas que la serie maneja hace que solamente te golpee en la cara sin razón aparente.
¿Merece el odio que está recibiendo?
Antes de comenzar a escribir este texto, decidí mirar la calificación de Velma en Rotten Tomatoes y me encontré con la sorpresa de que actualmente posee una calificación de 6 % por parte de la audiencia. Lo cierto es que, a pesar del gran problema con el que carga, en mi opinión, la serie está lejos de merecer tal valoración. De acuerdo con la crítica estadounidense, esto se debe al Review Bombing masivo que la producción de HBO sufrió incluso antes de su estreno.
Creo que este es el mayor acierto de Velma. Sí, la ejecución es terrible, pero, honestamente, agradezco la existencia de series con personajes queer y de color que sean precedente de qué no hacer en cuanto a inclusión se trata, porque todavía hay espacio para perfeccionar.
REFERENCIAS
- González, A. (2023). “Velma” tendrá segunda temporada: HBO Max no hace caso al odio contra la serie y prepara más episodios. Vandal Random.
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