Películas pioneras del cine de horror mexicano: Dos Monjes y El fantasma del convento 

Al hablar del cine de horror en nuestro país se puede pensar en producciones como Kilómetro 31, Hasta el viento tiene miedo (en cualquiera de dos versiones), Cañitas, Más negro que la noche, por mencionar algunas. Pero este género es más antiguo que la época de oro del cine nacional, sus orígenes se remontan a la década de los años treinta, con un perfil bajo hasta la actualidad. Además, es posible encontrar demasiadas diferencias notorias entre el séptimo arte que se produce en México y el mundo, lo que resta importancia a este género.

Las primeras películas de horror en el cine nacional fueron resultado de la experimentación en cuanto a nuevas técnicas de producción, se basaron, principalmente, en leyendas de la época virreinal para provocar miedo en los espectadores. Ejemplo de esto es La llorona (1933) de Ramón Peón, que abrió el camino en este género cinematográfico, presentando lo sobrenatural con lo místico, y que fue replicado por algunos filmes de la época. 

La Llorona de 1933. Foto: FICM.

Como dice Cabrera Carreón (2019), el cine de horror mexicano se basó en crear una variedad de personajes y temas combinados con aspectos de la cultura mexicana en relación a universos y relatos fantásticos o maravillosos, así las películas mexicanas tomaron en cuenta las leyendas de horror sobrenatural e integraron los fantasmas o las apariciones como parte de la trama, como se muestra en las cintas Dos Monjes (1934) de Juan Bustillo Oro  y El fantasma del convento(1934) de Fernando de Fuentes. 

El atractivo de estas películas se basa en las formas y los volúmenes de las escenografías, que mediante las luces y las sombras se buscaba reforzar los sentimientos y acciones del personaje a nivel dramático y psicológico para mostrar cierta subjetividad al momento de narrar la trama, mostrando que la realidad depende de las perspectiva en la que se miran las cosas. Lo anterior, claramente es influencia del cine expresionista alemán en la cinematografía mexicana. 

Dos Monjes y El fantasma del convento son pioneras de este género en México, ya que sentaron las bases para el desarrollo del género de terror en nuestro país, que más tarde mutaría a diversos subgéneros. Estas películas de los años treinta se forman parte del expresionismo alemán, un movimiento que aportó en estrategias narrativas, en la composición de la imagen o en el plano de la enunciación (Sánchez Noriega, 2016), el cine alemán de los años veinte es un terreno donde se unieron diversas artes y aportaron la deformación escenográfica, el uso de perspectivas distorsionadas y la tendencia de atribuir cualidades animadas a seres inanimados, así se muestra una realidad.

El fantasma del convento es una película de 1934, dirigida por Fernando Fuentes, que cuenta la historia de tres amigos que se pierden y son llevados por un hombre misterioso al monasterio, donde los monjes enclaustrados les darán posada por la noche, el prior les quien relata la historia ,donde un fraile sedujo a la esposa de su amigo vendiendo su alma al diablo, y muere y su alma ronda por el convento, y el ciclo se repite cuando Cristina, la esposa de Eduardo trata de seducir a Alfonso, amigo de Eduardo. 

Por otro lado, Dos Monjes es del mismo año (1934), dirigida por Juan Bustillo Oro, la trama se desarrolla en el siglo diecinueve, cuando dos monjes cuentan en secreto de confesión que amaron a la misma mujer, pero cada uno da una versión diferente de la historia, donde el final es trágico para la mujer de nombre Ana. Aquí la influencia del expresionismo alemán se presenta por el uso de blanco y negro cambiante, creando una atmósfera extraña y distorsionada (Roddick, 2018). 

Existen demasiadas similitudes en estas películas, partiendo de que ambas se desarrollan en un monasterio, muestran la vida clerical con cierto misterio, destacan la presencia de una pasión extrema por la religión, y los personajes tienen alucinaciones, delirios y visiones que quedan en evidencia con el uso de distintas técnicas cinematográficas y diseños de los escenarios. 

El elemento de horror en ambas es una “posesión maligna”, en Dos Monjes está la de Juan, que representa la presencia de diablo en la casa de Dios, y en el caso de El fantasma del convento está la que sufre Cristina cuando aparentemente el fraile que ronda el monasterio poseyó a la mujer. Y esto genera un sentimiento de “desagrado” o de “horror” para el espectador, esto sucede porque el público frente a este sentimiento genera desencadena los sentimientos de ansiedad y estrés. 

Al respecto, Margarita Cuéllar Barona (2008) explica que el horror nace de la aprensión que sentimos frente a la oscuridad y la presencia del mal que supones habita en ella. El horror alude a lo monstruoso, lo vil, lo intangible, lo atroz, mientras que el terror apunta hacia el sentimiento que sobrecoge cuando el miedo toma posesión del cuerpo impidiendo el pensamiento racional. (Cuéllar Barona, 2008). Lo anterior se representa en ambas cintas porque las posesiones de Juan y Cristina, respectivamente, ocurren por la noche y están ligadas de la estructura narrativa planteada por un relato de doble nivel, a lo que Sánchez Noriega llama la “realidad deformada” que convierte a las historias en un modo de relato de proyección subjetiva del narrador. 

Las historias se van desarrollando en la noche dentro de un monasterio, donde la muerte aparece como un concepto secundario pero importante, debatiéndose entre “el bien y el mal”, creando una dualidad de choque de fuerzas en aparente contradicción: como el bien vs el mal, lo diabólico vs lo sagrado, la oscuridad vs el día, el amor vs la traición. 

Finalmente, el cine de terror mexicano de la década de los años treinta es un reflejo del expresionismo de Alemania, que se adaptó a las condiciones socio-estéticas de México, haciendo que la tradición narrativa de la cultura mexicana fuera la base de este género cinematográfico, es decir, las leyendas de la época virreinal o urbanas siguen siendo el eje rector del terror mexicano, y hasta la fecha hay punto de comparación con las historias que se realizan a nivel mundial con las presentadas en Mexico. 

 

Bibliografía 

  • Cabrera Carreón, M. D. (2019). La estética y la influencia del cine alemán en el cine fantástico y de horror de los años 30. Revista de Investigación sobre lo Fantástico. 
  • Cuéllar Barona, M. (2008). La figura del monstruo en el cine de horror. Revista CS(2), 227-246. 
  • Roddick, C. (06 de Noviembre de 2018). Dos Monjes, de Juan Bustillo Oro, pionera del cine gótico mexicano. Obtenido de Festival Internacional de Cine de Morelia: https://moreliafilmfest.com/dos-monjes-de-juan-bustillo-oro-pionera del-cine-gotico-mexicano/
  • Sánchez Noriega, J. L. (2016). Sobre el caligarismo y el cine expresionista alemán. In Estudios de arte y cultura visual., 401-429.

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