‘‘LA CAÍDA’’: los manipuladores estragos del rigor deportivo.

‘‘Aprieta. 1, 2, gira. Abre, cabeza arriba, aprieta, baja los hombros, abre. 1, 2. Salvara, aprieta…salvara’’, son las indicaciones que Mariel Sanz (Karla Souza en el papel de su vida), una clavadista de prestigio ya en el final de su carrera y que lleva la meta de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 tatuada en la piel, se susurra antes de ejecutar un clavado pulcro que deja al descubierto una herida en su hombro derecho como signo del rigor y sacrificio físico que le es celebrado enfáticamente por su equipo encabezado por Braulio (Hernán Mendoza), su entrenador de toda la vida y quien se ha convertido en parte de su familia.

Tras la lesión de su compañera, Mariel se ve obligada a competir con Nadia (Dèja Ebergenyi), una niña de 14 años que llega a su vida no solamente para hundir su ego como un prodigioso recordatorio de que su carrera está terminando y se encuentra ante la ultima oportunidad para brillar, sino también para detonar una disyuntiva moral, más personal de lo que ella misma acepta, que podría truncar esa oportunidad ante una acusación de abuso sexual.

 

‘‘La Caída’’, de la directora argentina Lucía Puenzo, es un doloroso thriller que se sumerge en lo más profundo de un tema tan escabroso como lo es el abuso sexual en el mundo deportivo y los estragos provocados por la nauseabunda manipulación psicológica disfrazada de rigor profesional a dos atletas de alto rendimiento, abordándolo con un cuidado y un respeto plausibles por parte de todos los eslabones de su producción. Estragos que, tanto en ficción como en la vida real, muchas veces derivan en un sentimiento de culpa en las victimas y que, en este caso, ocasionan el conflicto personal al tener que competir con los anhelos de perfección que les han sido inculcados y reforzados durante toda su vida.

 

Los Estragos del Rigor.

 

Al hablar de la profundización en el tema me gustaría orientar el análisis a la Terapia de Esquemas del Dr. Jeffrey E. Young, la Dra. Janet S. Klosko, y la Dra. Marjorie E. Weishaar, para respaldar y comprender el desarrollo de Mariel, personaje principal de la película, en relación con su entorno y la temática principal de la película procurando evitar spoilers:

‘‘Un esquema es un patrón impuesto sobre la realidad o experiencia para ayudar a los individuos a explicarla, para mediar la percepción y para orientar sus respuestas. También se puede pensar en un esquema como si se tratara de un plan cognitivo abstracto que sirve para orientar la interpretación de información y la resolución de problemas’’ (Young et. al., 2013).

 

El objetivo de este texto no es convertirse en una clase de Psicología, sino resaltar lo bien y cuidadosamente fundamentada que está la construcción del personaje principal en una dimensión psicosocial, por lo que no se ahondará en la definición de terminología, pero con base en la Terapia de Esquemas -los cuales estarán resaltados en cursiva y cuyo libro será referenciado al final de este texto para consulta- Mariel se dice abandonada por su núcleo familiar desde que era niña, el cual tuvo como prioridad el regodeo anual en los triunfos de su hija prodigiosa antes que una crianza democrática. Al no sentir una red de apoyo estable, Mariel desarrolla un apego confuso con su entrenador, la única persona que, en sus propias palabras: ‘‘la vio’’.  Al sentirse vista y valorada, así como consciente de su talento, Mariel emprendió la constante búsqueda de la aprobación de quien se convirtió en su hogar, por lo que al alcanzar niveles cercanos a la perfección deportiva y caer en esa manipulación disfrazada de rigor profesional que ‘‘debía’’ mantener, termina cediendo a la subyugación y autosacrificio con tal de no caer en la imperfección o el fracaso, el cual llega inevitablemente con el paso del tiempo y la sombra del abuso que, por más que se reprima, termina saliendo a flote a través de sus frías e inestables relaciones interpersonales de las cuales la hacen sentirse avergonzada y el autosabotaje que comete. Con la llegada de Nadia, se detona la desconfianza de un ego herido, pero también el recuerdo del abuso vivido, por lo que decide responder con acciones para sanar esos esquemas propios y no perpetuarlos en ella ni en ninguna otra niña.

 

‘‘Las personas con esquemas de la dimensión desconexión y rechazo (abandono/inestabilidad, desconfianza/abuso, imperfección/vergüenza), son incapaces de establecer apegos seguros y satisfactorios con otras personas [visto en las relaciones sexuales de Mariel]. Creen que sus necesidades de estabilidad, seguridad, protección, amor y pertenencia no serán satisfechas. Las familias de origen típicas son inestables [la familia Sanz], abusadoras [Braulio], frías, con tendencia al rechazo o aisladas del mundo externo. Las personas con estos esquemas suelen ser los más perjudicados. Muchos de ellos han sufrido infancias traumáticas [Mariel] y de adultos tienden a apresurarse a relaciones autodestructivas o evitan completamente las relaciones próximas’’ (Young et. al, 2013).

 

Tristemente, esta es la misma historia de muchas personas. Es común que la manipulación, particularmente dirigida a los ‘‘deberes’’ y/o ‘‘deudas’’, sea un factor constante en las relaciones de abuso en donde la culpa es un elemento predominante para mantener psicoemocionalmente cautivas a las víctimas. Esta película maneja el tema de una forma clara y, a su vez, delicada, en donde también se enfatiza la desigualdad de las víctimas ante las posiciones de poder y el cómo, para algunos círculos cercanos a éstas, resulta más fácil hacer de oídos sordos y ojos ciegos para no enfrentarse al terror de esa realidad que trastoca lo que conocen como ‘‘normalidad’’, sobre todo si los abusos provienen de la propia ‘‘familia’’, lo cual es impactantemente frecuente.

 

Inspirada en Hechos Reales.

 

Es importante destacar que la historia está basada en el caso de Azul Almazán, clavadista mexicana que denunció a su entrenador por el acoso sexual vivido previo a su experiencia en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. La atleta olímpica alzó la voz por segunda vez en 2018 comentando las situaciones incómodas que vivía en las concentraciones y en las competencias escudadas en la posición de poder que tenía Francisco Rueda, su entrenador.

Almazán también comentó que ella llegó a tener a Rueda en un pedestal, al considerarla una figura protectora casi paternal que le mostró su más anhelado sueño de cerca, concepto del cual muchos victimarios echan mano para continuar violentando a sus víctimas con amenazas que comprometen esos sueños. Sin embargo, la denuncia que Azul, de 19 años, y varias de sus compañeras realizaron en el 2001 en la Revista Proceso, no prosperó, otra asquerosa constante en los casos de abuso sexual.

 

El Papel de una Vida.

 

Karla Souza no es ninguna novata en el mundo de la actuación. Todos la ubicamos y recordamos por diversos papeles a lo largo de su carrera, sea como la emblemática Barbie Noble de ‘‘Nosotros los Nobles’’ (2013), viviendo su vida entre dos países en ‘‘Todos queremos a alguien’’ (2017), o fogueándose con Viola Davis en la serie ‘‘How to get away with murder’’, la actriz no funge solamente como la atormentadísima protagonista de la película, sino también como productora de su idea original y parte activa de la investigación realizada con 7 años de anticipación a los hechos reales en los que se sustenta esta historia, ya que Souza tampoco es ninguna novata en el abordaje de este tema, no hace falta más que un clavado a la web para conocer y recordar su participación en movimientos en contra del acoso y abuso sexual.

 

El trabajo de Karla consistió en un entrenamiento de alto rendimiento desde el año 2017 cuando comenzó a practicar con el equipo de la University of California, Los Angeles (UCLA) como si fuera una de ellos, lo cual es notorio en la forma de manejar su corporalidad y ejecutar los movimientos que verdaderamente nos hacen creer que estamos viendo a una clavadista profesional desenvolviéndose con absoluta certeza y veracidad.

 

Su ardua preparación le permite cosechar un trabajo actoral sobrio y sumamente convincente en el que destacan sus miradas como herramienta principal para transmitir la sed de triunfo y opacidad de espíritu que se conjuntan en un sombrío tormento que agobia a su personaje cada vez más intensamente. Es con este documento potentísimo de denuncia con el que Karla, una actriz comprometida con los pies en el trampolín y la mente en el agua, por fin puede despojarse de esa injusta etiqueta impuesta que la catalogaba como una actriz limitada a la comedia o a las películas para pasar el rato, y esa ovación de pie que obtuvo de parte de todo el Teatro Matamoros en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia y que la conmovió hasta las lágrimas, son prueba irrefutable de su más que merecida consolidación como actriz.

 

Por favor, como nota personal y sin revelar mucho de la historia, no deje de poner atención a un plano en el que Mariel confronta con una mirada angustiada a Braulio en un cuarto de hotel mientras una lágrima corre por su mejilla al enterarse de que la quieren bajar del equipo. Ahí, en esa mirada, en ese cambió en el rostro, para mí, está la cumbre de la carrera de Karla Souza… hasta ahora.

‘‘La Caída’’ es una película que cuenta con un engranaje preciso, por evitar decir <<perfecto>>, en el que todas sus piezas -dirección, guion y protagonistas- están perfectamente entonadas. Esta película es un juego inteligente entre pasado y presente que, a través de las imágenes, nos permite ir descifrando la historia poco a poco gracias a un guion muy bien estructurado de la misma Lucía Puenzo, María Renée Prudencio, Tatiana Mereñuk, Samara Ibrahim y Mónica Herrera, que visualmente responde con unos primeros planos a manos de la virtuosa fotografía de Nicolás Puenzo capaces de poner en tela de juicio la veracidad de todos los personajes y que te hacen cuestionar a cada uno de ellos. Y es que, al llamar virtuoso al trabajo de fotografía, me refiero a que incluso levantando la sospecha del espectador sobre los personajes, la historia logra evitar caer en la revictimización o en la apología mientras retrata el claro secreto que carcome a cada uno de ellos. Con la conjunción de todos estos elementos, es imposible no desear con ansías conocer cuál será la resolución que se le dará a la historia.

‘‘La Caída’’, en donde todos están a la altura de todos y esa altura es la plataforma más alta de la competencia, ya está disponible en Amazon Prime Video. Yo no soy de recomendar qué ver o qué no ver, pero me parece importantísimo no sólo que todos veamos esta película, sino que la discutamos y hablemos hasta el fondo de ella.

 

¡BRAVO, KARLA SOUZA!

 

 

 

Bibliografía:

Young, Jeffrey E., Klosko, Janet S., Weishaar, Marjorie E. Terapia de Esquemas: Guía Práctica. Desclée de Brouwer. 2013.

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