La noche final ha llegado, la última trilogía en la que Michael Myers aterroriza a su hermana Laurie Strode ha llegado a su punto final… al menos por ahora.
A lo largo de sus 44 años de historia desde que una máscara de William Shatner pintada de blanco bautizó su inicio en 1978 en una producción de bajo presupuesto lidereada por John Carpenter y Debra Hill, y con el escudo de la ahora gigantesca Jamie Lee Curtis, la franquicia ha contado con 5 diferentes líneas temporales en las que siempre se termina regresando a su origen de una u otra manera.
David Gordon Green ha sido el último valiente que se ha atrevido a tomar el nombre de ‘‘Halloween’’ para revivir a ‘‘The Shape’’, o ‘‘The Boogeyman’’, o Michael Myers, como es mejor conocido por todos nosotros, para mandarlo al ruedo contra Laurie Strode (Curtis) una última vez y darle la despedida merecida de esta franquicia a quien la ha llevado a los cuernos de la luna, pero… ¿realmente lo logra?
Antes de llegar a la disección de la conclusión a esta nueva trilogía, hagamos un recuento de la historia de ‘‘Halloween’’:
The Shape, Laurie Strode & Jamie Lloyd.
Todo comenzó una noche de Halloween de 1963, cuando en un impecable despliegue del famoso POV (Point of view, punto de vista subjetivo de la cámara), el pequeño Michael Myers, disfrazado de payasito, asesinaría a su hermana Judith Myers en Haddonfield, Illinois. Sería quince años después, cuando ya convertido en una figura acreditada como ‘‘The Shape’’ con cuerpo de hombre que acecha silenciosa como el miedo mismo, que Myers regresaría a su casa para que su rostro blanco y ojos negros catapultaran a la gloria eterna a Jamie Lee Curtis en el papel de la buena Laurie Strode en ‘‘Halloween’’ (1978), de John Carpenter.
Sin tanto presupuesto para su realización, pero con una fotografía recargada en la lúgubre pero efectiva iluminación, una musicalización tan enervante como ya histórica de la autoría del mismo Carpenter, y un manojo de actores comprometidos con sus personajes lidereados por Donald Pleasence y Jamie Lee Curtis, es que esta película es una clase magistral sobre cómo una buena historia, de John Carpenter y Debra Hill en este caso, compensa la carencia de recursos para manufactura y es capaz de perturbar los miedos más primarios del público, cumpliendo su objetivo primordial como una película de terror y respetando su propia fórmula slasher que sería autoreferenciada, repetida y emulada no sólo a lo largo de todas sus líneas temporales, sino también en otras películas, siendo el mejor ejemplo de esto ‘‘Scream’’ (1996) de Wes Craven, convirtiéndose así en un eslabón importantísimo dentro de toda la historia del cine de terror.
Durante esa misma noche, comenzaría la historia del Michael Myers invencible, esa máquina que pareciera ser indestructible en ‘‘Halloween II’’ (1981), la película que confirmó la razón detrás de la obsesión de Michael por Laurie Strode: son hermanos.
En este drama de terror hospitalario también dio inicio la paranoia de Laurie Strode, quien ya lucha y pelea como toda una Final Girl, ante el acoso de su hermano, y no sería sólo la obsesión de él la que explotaría en esta película, sino también la del Dr. Samuel Loomis (Donald Pleasence) por su paciente más importante, ese que ya daba muestras de ser un asesino ingenioso y sádico que también disfruta de asesinar.
La obsesión de Michael no terminó con el fuego que aparentemente lo consumió en el final de la segunda película, sino que se extendería hasta ‘‘Halloween IV: The Return of Michael Myers’’ de 1988, en donde Michael regresó a la franquicia ya sin Jamie Lee Curtis consigo, pero tras un nuevo objetivo: su sobrina Jamie (Danielle Harris), la hija de Laurie quien, nos cuentan, murió ya tiempo atrás.
El decremento en la estampa de Michael Myers en esta película ya fue evidente, usando una máscara con diseño torpe y poco estilizado, sin embargo, esto pasa por alto ante una buena historia basada en la maldad casi como herencia genética y creada para poder continuar extendiendo el mito del que también sería conocido como ‘‘The Boogeyman’’, así como una interpretación por demás convincente por parte de la entonces niña Danielle Harris como nuestra nueva y melancólica heroína.
Esta cuarta película tuvo un enfoque más cercano a la persecución policiaca lidereada por un Dr. Loomis consumido por el trauma, lo cual solamente se acrecentaría en ‘‘Halloween V: The Revenge of Michael Myers’’ de (1989) y en donde se enfatiza la conexión inherente y maldita que existe Michael y su sobrina, consolidando a Danielle Harris como una auténtica estrella infantil gracias a una grandísima actuación, sobre todo para su corta edad y dado el reto que implica para una niña una película de terror. Esta penúltima entrega de la primera línea temporal regresa al estilo clásico del slasher, sin embargo, era claro que la historia del asesino de ojos negros ya se estaba agotando.
Y finalmente, con ‘‘Halloween VI: The Curse of Michael Myers’’ de 1995, se le da un muy desafortunado cierre a esta primera línea del tiempo con una película que se conserva como una de las más despreciadas dentro del auditorio principal de la franquicia y en la que lo más relevante, entre temáticas de cultos satánicos, resulta ser parte del debut de un muy joven Paul Rudd como el niño-ahora-adolescente Tommy Doyle justo un par de meses después de haber estrenado la icónica ‘‘Clueless’’ (1995).
Temporada de Brujas.
‘‘Halloween III: Season of the Witch’’ de 1982 fue la tercera película de la ahora franquicia de ‘‘Halloween’’, sin embargo, en esta entrega se decidió prescindir de las figuras de Michael Myers y de Laurie Strode, así como de cualquier personaje de las dos películas anteriores en un intento por convertir al nombre de ‘‘Halloween’’ en una antología de terror al más puro estilo de lo que ahora conocemos como ‘‘American Horror Story’’, en donde se contaran diferentes historias ambientadas en la Noche de Brujas y con las participaciones de actores de sus propias filas en distintos personajes, como el caso de Nancy Loomis, Dick Warlock y la mismísima Jamie Lee Curtis.
La producción de John Carpenter y Debra Hill, protagonizada por Tom Atkins y Stacey Nelkin, intentó centrar esta historia con aires detectivescos y guiños a la metaficción, en extraños sucesos relacionados con hombres elegantemente misteriosos, un comercial de televisión y máscaras alusivas a la temporada.
Aunque un grupo pequeño de fans considera a la película una historia interesante y bien lograda dentro del terror cuyo mayor pecado es tener el título de ‘‘Halloween’’, la gran mayoría la considera un experimento fallido al eliminar por completo la presencia de Myers, a quien indudablemente tuvieron que recurrir de vuelta ante el fracaso de este intento.
20 Años Después…
En 1998 y con el regreso estelar de Jamie Lee Curtis como Laurie Strode bajo otra identidad, llegó ‘‘Halloween H20: 20 Years Later’’ justamente para celebrar los 20 años desde el inicio del mito de la mano de un conocedor del género como Steve Miner. Esta entrega retoma desde el final de la segunda película, omitiendo la historia de Jamie Lloyd pero también presentándonos a una Laurie madre que vive envuelta en paranoia y angustia por el posible retorno de su hermano.
Corta pero concisa y con un cameo de la legendaria Janet Leigh, madre de Jamie Lee Curtis, este regreso a la esencia de ‘‘Halloween’’ supo adaptarse muy bien a esa popular ola de slashers que se vieron a finales de la década de los 90s, lidereada por la ya mencionada ‘‘Scream’’ (1996) y a la cual esta película le devuelve la referencia, ‘‘I Know What You Did Last Summer’’ (1997), ‘‘The Faculty’’ (1998) y ‘‘Urban Legend’’ (1998), contando con un elenco -aparte de Curtis- conformado por acertadas estrellas juveniles como Josh Hartnett, Michelle Williams, LL Cool J, Jodi Lyn O’Keefe, Adam Hann-Byrd, Joseph Gordon-Levitt y Brendan Fehr.
De las favoritas del público, incluyéndome, en gran parte gracias a la poderosa interpretación de Jamie Lee Curtis, nuevamente comprometidísima con Laurie Strode y demostrando con una mano en la cintura y otra en un hacha porqué es ‘‘La Reina del Grito’’.
Sin embargo, y hablando de adaptaciones y cierres desafortunados, en el 2002 llegaría ‘‘Halloween: Resurrection’’, entrada que buscó refrescarse a través del formato del entonces novedoso ‘‘reality show’’. Una idea que podría sonar interesante pero que ni su elenco de estrellas juveniles, más opacas que las anteriores, pudo salvarla de una pésima ejecución siendo quizás hasta el momento la peor recibida por los fans y el público en general.
Un Zombie en Halloween.
En 2008, el músico y cineasta Rob Zombie retomaría lo que parecía ser ya una historia con punto final para presentar un mapa de la patogénesis de Michael Myers con un irreverente remake que conserva muy bien la esencia de la película original y que, en mi opinión, ha sido de los mejores revivals que ha tenido la historia.
En la titulada simplemente ‘‘Halloween’’, el personaje de Laurie Strode lo tomó la actriz Scout Taylor-Compton para darle un perfil más arriesgado, así como contó con el regreso de Danielle Harris a la franquicia, en esta ocasión con el personaje de Annie Brackett, las tremendas incorporaciones de los legendarios Malcom McDowell como el Dr. Loomis y Brad Dourif como el Sheriff Lee Brackett, así como un perturbador Daeg Faerch interpretando al niño Michael Myers y la infaltable Sheri Moon Zombie como su madre.
En esta ocasión, vemos a un director contenido en los convencionalismos de Hollywood, pero cuando la bestia es tan brutal como Rob Zombie, es imposible que esta no se desborde de alguna manera, por lo que esta es una ‘‘Halloween’’ soez que se deslinda del slasher y se acerca mucho más al gore que raya en lo camp manejado en sus obras previas, en la que Zombie examina el origen de los impulsos desde un acercamiento freudiano que enfatizaría todavía más en su segunda película para conocer los antecedentes que originaron el mal en el niño Michael desde una profundización en la relación con su madre y contexto familiar.
Y si bien, ‘‘Halloween II’’ (2009) está hecha con todo el descaro del mundo para el absoluto lucimiento de Sheri Moon Zombie, aun así la película cuenta con mucha más propuesta que otras entradas de la franquicia indagando en el inconsciente, sobre todo en los sueños, y el trasfondo psicológico tanto de Michael como de Laurie enterándose de su verdadera identidad: Angel Myers, la hermana de Michael.
Zombie decidió cerrar su participación en el Universo Myers por todo lo alto con un plano referencial a Norman Bates en el final de ‘‘Psycho’’ (1960) de Alfred Hitchcock, convirtiéndolo en un paralelo de su Laurie Strode. Un dato curioso es que, con este final, Zombie no sólo hace una referencia a una de las películas más importantes de la historia del cine en general, sino que reculó al más intrínseco origen de ‘‘Halloween’’, ya que el Dr. Samuel ‘‘Sam’’ Loomis, interpretado originalmente por Donald Pleasence y en este remake por Malcom McDowell, fue nombrado así como referencia al personaje ‘‘Sam Loomis’’, interpretado en la película de Hitchcock por el actor John Gavin, quien era el novio de Marion Crane, interpretada por Janet Leigh y quien, recordemos, es la madre de Jamie Lee Curtis.
Este remake resulta un desfogue de impulsos tanto para los personajes como para el espectador, principalmente para aquellos quienes gustamos de su estilo, que para muchos podrá resultar una joya incomprendida mientras que para otros será una gran tomadura de pelo.
40 Años de Nostalgia.
En una década en la que el llamado ‘‘horror elevado’’ ha tenido un auge importante convirtiéndose casi en un canon al momento de manufacturar el nuevo cine de terror, David Gordon Green decidió no quedarse atrás al momento de revivir a Michael Myers integrándole tintes políticos, cuestionamientos sobre los roles de género, diversidad sexual y alegorías sobre el escarnio social en una trilogía llena de irregularidades y pecados.
Sin embargo, para hacerlo, el director contó con la carta más fuerte que pudo encontrar: el gran regreso de Jamie Lee Curtis en el personaje de Laurie Strode y más comprometida a ella que nunca para despedirse de su boogeyman como ambos, en teoría, lo merecerían.
Con un diseño publicitario completamente ‘‘amarvelado’’, en ‘‘Halloween’’ (2018), Gordon Green continúa la historia directamente desde la película original de 1978 con un inicio fiel a esta génesis, sólido e inquietante, que plantea el encumbramiento del trauma y la paranoia como el tema de esta nueva trilogía, pero que se diluye y que incluso puede resultar desproporcionado a los eventos que Laurie vivió esa única noche 40 años atrás, tomando en cuenta que en esta línea del tiempo no existen las demás películas, es decir, no ha habido una persecución real por parte de Michael a Laurie.
El aprovechamiento de la nostalgia es evidente en esta revitalización de franquicias slasher de los últimos años (entiéndase también ‘‘Scream’’ (2022)), el público del cine de terror no es tonto, pero nos rendimos ante ello y lo aceptamos esperando lo que harán con ella por cariño. Esto se vuelve evidente en el abuso de la autoreferencia como recurso técnico y narrativo al recurrir a la recreación de escenas, sets o ambientaciones para contar esta nueva historia, es decir, quieren prescindir de casi todas las películas pero no tanto, también tienen que servir para, quizás, maquillar la carencia de ingenio a través de los ‘‘homenajes’’.
No todo es malo, ya que uno de los puntos más fuertes de toda esta nueva trilogía, ha sido la revitalización de la emblemática banda sonora, original de John Carpenter, a través de grandes arreglos que verdaderamente nos hacen distinguirla como un apartado emocionante dentro de todo el Universo Myers.
El casting de esta nueva entrega, a excepción de Jamie Lee Curtis por supuesto, me parece desafortunado, principalmente por las coprotagonistas quienes parecieran estar totalmente fuera del tono de la película: Judy Greer (Karen Strode), la hija de Laurie y quien parece estar al borde de la comedia burlona la mayoría del tiempo, y Andi Matichak (Allyson Nelson), la nieta de Laurie y quien tiene pinta de estar en una especie de farsa insoportable llena de sobreactuación. Acompañándolas, están un bonche de personajes insufribles por quien es difícil generar empatía. Sin embargo, y es importante mencionar, estas películas siempre tendrán opiniones encontradas porque así como hay quienes buscan profundidad en la historia, hay quienes buscan ingenio en los asesinatos o sólo más sangre, lo que daría pie a una esperada y post-pandemica ‘‘Halloween Kills’’ (2021)…
… y si la primera película de esta trilogía resultó controversial entre los fans, la segunda le arrebataría ese título con facilidad. Aquí, Gordon Green verdaderamente se da vuelo con las alegorías sociopolíticas para retratar la barbarie que es capaz de desatarse en un grupo de personas que deciden tomar acción desde lo primitivo ante el hartazgo generado por sus figuras antagónicas, ya que, aunque es la brutalidad de Myers la que explota más gráficamente que nunca, lo verdaderamente perturbador es la violencia con la que se llegan a mover las masas cuando se cede a la presión.
La película cuenta con una casi ausente Jamie Lee Curtis, para disgusto de gran parte del público, y el regreso de los niños Lindsay Wallace, interpretada de nueva cuenta por Kyle Richards, y Tommy Doyle, ahora interpretado insufriblemente por Anthony Michael Hall, con una actuación (dirigida o no) que sólo añade tedio a la película en conjunto con Greer y Matichak ; no por eso se puede dejar de reconocer la innovación que Gordon Green le da a la franquicia en un nivel visual, ya que presenta secuencias con una cinefotografía y un montaje cuidados que tienen una intención clara de brindarle cualidades más artísticas a la franquicia. Eso podrá resultar fallido o no dependiendo del espectador al que se le pregunte, pero en especial resulta impactante la ‘‘resucitación’’ que se le da al Dr. Loomis (Tom Jones Jr.) en pantalla gracias al maquillaje e iluminación como recursos principales que solamente se apoyan un poco en el CGI sin recurrir únicamente a el como salida fácil.
‘‘Kills’’ encumbra la figura de Michael Myers probablemente como ninguna otra película lo hace, aquí lo vuelve un ser inmortal e indestructible. Una máquina configurada para asesinar ingeniosamente y por placer. Pero la irregularidad se hace presente una vez más y de forma radical en la conclusión de la interpretación de Gordon Green con la película que ha detonado este ensayo:
‘‘Halloween Ends’’ (2022) tiene un detalle que es absolutamente plausible y que en ninguna otra película se había tocado como en esta: David Gordon Green se atreve a, por fin, mostrarnos a un Michael Myers en decadencia, viejo, cansado, débil, lastimado, y escondido como como rata en alcantarilla cuatro años después de haber aterrorizado Haddonfield por última vez. No resultó tan inmortal siendo absolutamente contario a lo que nos acababan de mostrar.
En este cierre, vemos por última vez a Laurie Strode ahora aferrada con uñas y dientes a su propia resiliencia acompañada en su nueva vida por su nieta Allyson (con la actriz muchísimo más a tono que en las películas pasadas), y tratando de sobrellevar su nueva vida sin Karen en la que incluso disfrutan del Halloween, o al menos se obligan a hacerlo, mientras tienen que lidiar con el peso de las culpas impuestas y señalamientos ajenos.
A la par, conocemos la historia de un aniñado Corey Cunningham (Rohan Campbell), un aspirante a ingeniero que con la peor suerte del mundo se convierte en un homicida imprudencial y tiene que sobrevivir día a día tanto al escarnio de su pueblo como a la sobreprotección de su madre.
Estos dos personajes se unen en la supervivencia de cargar con las mencionadas culpas impuestas por las que ambos terminaran enfrentándose y demostrando los dos caminos por los que éstas nos pueden llevar.
Así como a lo largo de todas las líneas temporales de ‘‘Halloween’’ se ha cuestionado el origen del mal, en esta ocasión nos hace preguntarnos si es posible que la maldad pueda ser enseñada y aprendida, y si también, al estilo de ‘‘The VVitch’’ (2015) de Robert Eggers, otro de los emblemas del ‘‘horror elevado’’, es posible que terminemos convirtiéndonos en lo que incansablemente nos dicen que somos.
Aunque esta premisa es por demás interesante y la interpretación de Campbell es sobresaliente, sobre todo si se compara con sus contemporáneos que lo antecedieron en la trilogía, parece un poco tarde para presentarla en esta línea temporal al tratarse del cierre de la misma, por lo que realmente no alcanza a llegar a tanto y, para muchos, terminará siendo una pérdida de tiempo que podría haber sido compensada con la presencia de uno de los personajes principales y que justamente permanece oculto gran parte del tiempo, siendo así ya dos de tres películas en las que vemos a nuestros protagonistas como pequeños chispazos y no con el peso que se merecen.
Asimismo, las virtudes visuales que habíamos visto en su antecesora, en ‘‘Ends’’ quedan olvidadas por completo, ya que los memes referentes a la pobre iluminación del que resulta ser nada más y nada menos que el climax quizás no sólo de esta película sino de toda la franquicia al ser el último enfrentamiento entre Laurie y Michael, no son más que la desilusionante realidad de lo que apenas se ve en pantalla.
Y, sin revelar nada más, es con una macabra procesión nocturna con la que esta pesadilla de 40 años ha llegado a su fin, despidiendo a Jamie Lee Curtis de uno de esos proyectos que mutuamente forjan vidas, con una trilogía que quizás logre añejar bien, como los remakes de Zombie, pero que por ahora se queda por debajo de su nombre. Si bien, al menos dos de ellas presentaban premisas muy interesantes, cometieron el pecado de estar firmadas bajo el título de ‘‘Halloween’’, llegar a destiempo y desentonar con toda una historia fílmica que las precedía, aunque buscaran deslindarse de ella sólo a su conveniencia.
¿Será este el fin de Michael Myers? Por supuesto que no. Podría afirmar que es cuestión de tiempo, un par de añitos, para que un nuevo director retome la historia ya sea como reboot o remake, al fin y al cabo, ya nos han demostrado hasta el cansancio que formas hay para siempre revivir al indestructible Michael Myers.
La Reina del Grito.
Es así como Jamie Lee Curtis se despide de este universo que tanto le ha dado y al que tanto ella le ha retribuido marcando su nombre en el firmamento de la historia. John Carpenter podrá ser el padre de toda esta franquicia, pero Jamie Lee Curtis es quien la ha mantenido viva casi durante medio siglo dándole forma a lo que significa ser una Final Girl y una Reina del Grito en pantalla, pero también a lo que significa ser una mujer fuerte, poderosa, resiliente, conquistadora de sus miedos en la vida real.
La próxima nominada al Oscar a Mejor Actriz de Reparto por su reciente participación en ‘‘Everything Everywhere All At Once’’ (2022) de Los Daniels, ha encontrado en el cine de terror la mejor metáfora para hablar de los horrores de la vida real; para ayudar a sanar su propio problema con las adicciones, por ejemplo; para ejemplificar mejor que nadie la lucha contra los que te adjudican culpas impuestas desde sus prejuicios y defender a los suyos, como lo hace con su hija Ruby; para usar su experimentada voz en favor de aquellos que no son escuchados, ya sea prestando su navaja para ponchar llantas en pantalla o sus redes sociales para amplificar a los que ella llama los verdaderos influencers fuera de ella.
Jamie Lee Curtis no solo ha pertenecido a la realeza desde que nació, al ser hija de Janet Leigh y Tony Curtis para después convertirse en baronesa del condado de Essex, Inglaterra, por su matrimonio con Christopher Guest, sino que se ha ganado su propio título a pulso en el gusto colectivo por su fuerte presencia, gran carisma, y enorme versatilidad para recordarla con cariño en sus luchas cuerpo a cuerpo tanto con Michael Myers como con Lindsay Lohan.
Seamos contundentes: el cine de terror ya no se entiende sin Jamie Lee Curtis, y ahora, Michael Myers ha muerto, pero Laurie Strode descansa en paz.
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