¿QUÉ PASA CUANDO NO TE DEJAN ABRIR LAS CORTINAS? VIVES EN LA OSCURA PRISIÓN DE TU PROPIA MENTE.
Esto nos cuenta ‘‘Spencer’’, la fábula no catalogable como biopic sobre la mujer que se describe a sí misma como un imán para la locura, pero la de los otros. Una mujer que vive para la contemplación de los demás incluso cuando pide ayuda. Que no se puede desligar de su cálido pasado como Diana Spencer para enclaustrarse en su siempre frío presente como Diana de Gales.
La Princesa…
Es a través de planos cerrados de una tambaleante cámara en mano que, en conjunto con la extraordinaria musicalización de Jonny Greenwood, el trabajo de fotografía de Claire Mathon y la mirada limítrofe de una Kristen Stewart perfectamente a tono, el director chileno Pablo Larraín sumerge al espectador en los turbios pensamientos de una mujer constantemente al borde del desmoronamiento logrando crear momentos que están en el límite del drama y el horror.
Planos cerrados utilizados para enfatizar la secrecía obligada a mantener con aquellos pocos en los que confía porque hasta los pensamientos se tienen que mantener al mínimo. ‘‘Mantengan el ruido al mínimo. Ellos pueden oírte.’’, nos recuerdan constantemente.
Sin embargo, contrastan los desolados planos abiertos casi siempre repletos de neblina que muestran la abrumadora y densa soledad que rodea a Diana. Soledad en la que vive tan sólo acompañada por los pensamientos alucinantes que la atormentan.
Soledad cuyo contrapeso son 111 kilos de felicidad: un hijo con el que comparte la aversión por el frío y otro completamente aclimatado al frío rigor de su padre y la Corona. Creo que no es necesario decir cuál es cuál.
La Actriz…
Personalmente no soy asidua al trabajo de Kristen Stewart, pero no por eso replicaré el discurso hecho y manoseado sobre su desempeño como un eco más. Me parece que su trabajo representando a un personaje tan mítico como es Diana de Gales desde una perspectiva perturbada es exacto, justo, lo requerido, al borde de lo extraordinario en los momentos cumbre y eso me parece todavía más valioso que cualquier tipo de halago exacerbado.
La actriz que ha labrado un camino por más de 10 años para despojarse del injusto estigma de una película adolescente el día de hoy compite por el Premio Oscar a Mejor Actriz por su frenéticamente contenida interpretación de Diana de Gales, después de haber sido obviada por el resto de las premiaciones importantes.
Kristen Stewart, para quien o quienes quizás no hemos seguido su ya longeva carrera cinematográfica tan de cerca, lejos está de ese discurso cansado que probablemente todos conocemos sobre su capacidad actoral, y es en esta película con la que prueba el crecimiento que tiene ante el reto como una actriz que no le tiene miedo ni a la mismísima realeza y que es capaz de ponerse a las balas en medio de un campo de críticas.
La disfruté muchísimo con todo y su sobrecarga de símbolos que puede variar en gustos personales. No quería que terminara, quería seguir viendo más y entonces pensé que disfruté de ser una observadora más de la miseria humana. ¿Era eso lo que pasaba con la verdadera Diana Spencer?
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