Coda o el epitafio de una vida

Coda o La última nota (Canadá, 2019), ópera prima del también guionista canadiense Claude Lalonde se estrenó en el Festival Internacional de la India en 2019. Es protagonizada por Patrick Stewart quien da vida a un famoso y virtuoso pianista de la tercera edad Sir Henry Cole; y Katie Holmes, quien interpreta a la joven periodista musical del The New Yorker,  Helen Morrison. Él se enfrenta a una crisis y la narración, en primera persona de Helen, devela poco a poco, mediante su texto sobre Henry, distintos aspectos de la situación, así como una referencia al pensamiento del multidisciplinario y más reconocido como filósofo, Friedrich Nietzche, principalmente al planteamiento del eterno retorno.

Ir adelante es ir al pasado, la trama es circular. La película inicia con un flash back y la historia se cuenta en dos momentos: la crisis de Henry y la aparición de Helen como posible solución a ésta, a manera de un accesorio/amuleto que aporta cierta seguridad al pianista. Después, el viaje de Henry a Sils María (Suiza), sugerido por ella, para (re) conectarse con la música, la naturaleza y la vida; después de enfrentarse a sus miedos y a sentirse un objeto, «algo» mediante lo cual otras personas pueden disfrutar, después de todo «La vida sin música sería un error».

Al inicio del film, escuchamos la interpretación de la Sonata de Beethoven (Appassionata), en manos Henry Cole, en realidad se trata del pianista de origen ucraniano, Serhiy Salov; vemos a Cole sentado al piano y no pasa mucho tiempo para que se quede paralizado y salga corriendo del teatro. Así, descubrimos que algo le sucede y él desea estar fuera de eso.

Henry se encuentra en una crisis y el pánico escénico es una muestra de esto, para continuar deberá trascender la situación y enfrentarse al público para compartir su talento. Es durante lo que parece una exposición de retratos, entre los que se observa el de él, que se encuentra con Helen Morrison, quien le solicita una entrevista para su periódico; él de manera amable, pero firme, se niega. Lo que parece un encuentro casual se convierte en un momento trascendente, un antes y un después en la vida de Henry, ya que una vez más se queda paralizado ante el piano, es ella quien lo auxilia y toca el piano con él; como muestra de gratitud, Henry acepta la entrevista de Helen y con ésta, revelar algunas de sus memorias.

La perfección es un ideal inalcanzable, por tanto, nos enfrentamos a nuestra finitud. Henry a pesar de su virtuosidad y experiencia no es lo suficientemente perfecto. Su historia de vida, misma que relata a Helen, nos brinda pistas: sus padres lo abandonaron y su esposa también; él no logró de ninguna manera que ella continuara a su lado. El miedo a que el fracaso se repita, una y otra vez, se hace presente como una profecía autocumplida. ¿Será que sólo el amor logra romper con la compulsión a la repetición? La presencia de Helen parece recomponer, hasta cierto punto, la vida de Henry.

La audiencia, nos enfrentamos a un drama simple, pero evocativo, que a momentos conmueve y en el que gracias a los estupendos paisajes en planos generales brillantes (que reavivan), de los Alpes suizos en conjunto con la música Schumann, Bach y Beethoven, se convierte en una experiencia redonda. Sin duda, la música se convierte en protagonista y confirmamos que: “Los compositores alemanes son una buena compañía”.

Por otra parte, la figura de la musa en la que el guión coloca a Helen y que nos recuerda a Teresa, esposa de Tomás, protagonistas de la novela, también llevada al cine por Philip Kaufman (Estados Unidos, 1987), “La insoportable levedad del ser” de Milán Kundera. Ambas actúan como “soluciones” parciales a las crisis de Henry y Tomás, pues son situaciones que sólo pueden ser resueltas desde el interior, pero que pueden ser atenuadas con distractores, más si son mujeres jóvenes y bellas. Son justo esas ideas: la de ser accesorio (amuleto) y la admiradora, pues Helen no pudo llegar a ser lo que es Henry (como se muestra en el afiche), las que resultan injustas para el personaje y la actriz, en particular, y para la representación femenina en el cine, de manera general.

Finalmente, esta película nos enfrenta al epílogo de una vida, primeramente artística, a la crisis que representa todo cambio, a la idea de la circularidad y que esta se “quiebra” cuando elegimos hacerlo distinto y no sólo repetir. Este film se encuentra en el catálogo de Netflix.

Ficha técnica:

Título: Coda (La última nota)

Año: 2019

Duración: 96 minutos

País: Canadá

Dirección: Claude Lalonde

Guión: Louis Godbout

Fotografía: Guy Dufaux

Reparto:
Patrick Stewart, Katie Holmes, Giancarlo Esposito,
Abdul Ayoola, Letitia Brokes, Don Anderson,
Drew Davis, Nicholas Haze, Beat Martí, Silvana Sánchez,
Patrick Ryan, Paul Van Dych, Catherine St-Laurent.

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