La Séptima Pantalla

«Psicosis» (1960); Cómo Hitchcock adapta a Norman Bates

En las ediciones más recientes de Psicosis, la novela de Robert Bloch, la portada muestra la siguiente frase de Alfred Hitchcock: “Todo en Psicosis vino del libro de Robert Bloch”; asimismo, hace énfasis con tipografía roja a que “Este es el clásico que inspiró la película”. Esto pone en evidencia lo influyente que resultó ser la adaptación cinematográfica, pues existe en el imaginario colectivo como una obra independiente y no solamente como una derivación.  Es decir, nadie juzga a la película por cuán apegada es al libro, sino todo lo contrario.

Incluso ahora con tantos filmes basados en libros que llegan a los cines y a las plataformas de streaming, pocas son las películas que logran trascender ese estatus. Sin embargo, si hacemos un recuento de su filmografía, podemos decir que Hitchcock sabía cómo lograrlo.  Ha sido llamado un “maestro del encuadre”, dado que “cada ambigüedad en las imágenes que crea es vital, ningún aspecto es meramente decorativo”; además, “su sentido de posición de la cámara es agudo e impecable”.

Al adaptar una historia de un medio a otro se requiere hacer una especie de traducción; dado esto, lo que Robert Bloch logra en su novela a través del uso de recursos narrativos, el filme lo hace gracias a sus encuadres precisamente elaborados. De este modo, uno de los aspectos que Hitchcock logra perfeccionar en su Psicosis es la construcción del espacio para desarrollar al personaje. Un ejemplo perfecto es la escena en la que Marion entra a la oficina de Norman, de la cual te hablaré aquí, además de su equivalente en el libro.

El caso de la novela

Algo que sucede en el libro, pero que Hitchcock omite es una escena en la que Lila busca a su hermana Mary (Marion en la película) en la casa de los Bates. Cuando se encuentra dentro del cuarto de Norman, percibe que es  “singularmente pequeño, singularmente apretado, con una litera baja más adecueda para un niño pequeño que para un hombre grande”.

Después, cuando se encuentra con su librería, se da cuenta de la manera en la que contrasta con el resto del lugar, pues “Estos no eran los libros de un niño pequeño, y estaban igual de fuera de lugar en la casa de un propietario de un motel en una zona rural”. Esto debido a que, entre la colección de títulos de Norman, pudo identificar textos de psicología, ocultismo y obras del Marqués de Sade.

De este modo, los elementos que conforman el espacio personal de Norman reflejan el interior de su mente, la cual Bloch describe de la siguiente manera:

Existía Norman, el niño pequeño que necesitaba a su madre y odiaba cualquier cosa o persona que se interpusiera entre ellos. Luego Norma, la madre, que no se permitía morir. El tercer aspecto podría llamarse Normal, el adulto Norman Bates, quien tenía que atravesar la rutina de vivir y reprimir la existencia de las otras personalidades del resto del mundo.

Ahora, veamos como esto se traduce en la puesta en escena del filme.

El caso de la adaptación cinematográfica

Antes que nada, hay que comenzar por definir la puesta en escena. Brevemente, esta comprende no sólo el decorado, sino también la posición y el movimiento de los actores dentro del encuadre. La base para construir el espacio en el cine usualmente se puede encontrar en el guión. De este modo, la oficina de Norman en la escena donde conversa con Marion se describe de la siguiente manera:

El cuarto asusta a Marion. Incluso en la penumbra de una sola lámpara, la extraña, extraordinaria naturaleza del cuarto lo sorprende a uno. Es un cuarto de aves. Aves disecadas por todo el cuarto, en cada superficie aprovechable, una incluso aferrándose a la sombra anticuada del borde de la lámpara. Las aves son de muchas variedades, hermosas, grandiosas, horribles, acechadoras. Marion las mira incrédula y con un horror de fascinación […] Ella nota, también, las pinturas en la pared; principalmente hay desnudos y muchas otras con un trasfondo vagamente religioso.

Aquí, la película utiliza símbolos visuales para retratar la mente fragmentada de Norman. Por ejemplo, la naturaleza de sus pinturas alude a su sexualidad reprimida. Asimismo, las aves simbolizan la muerte.  Además, Hitchcock nos da una pista de lo que sucederá posteriormente cuando filma a Norman al lado de un búho, indicando peligro, pues dichas son aves depredadoras.

Así mismo, antes de abandonar el cuarto, Marion es filmada al lado de un cuervo disecado, lo que apunta a su futura muerte.

De este modo, tanto la película como la novela utilizan diferentes métodos para cumplir con el mismo propósito: utilizar el espacio dentro de la narración para definir a los personajes y su papel en la historia.

Hitchcock como maestro de la adaptación

Finalmente, esta pequeña secuencia que forma parte de Psicosis es un ejemplo de porqué Hitchcock es ahora uno de los directores más reconocidos en la historia. Su minuciosa atención al detalle logra que algo tan simple como una escena en donde dos personajes platican cuente con abundantes elementos para analizar. Su filmografía, conformada por varias adaptaciones cinematográficas como La ventana indiscreta (1954) y Los pájaros (1963)  son muestras de que el cine, a pesar de prestar de la literatura, vive por sus propias reglas.


Referencias

Pomerance, M. (2020). Some Hitchcockian Shots. En A Companion to Alfred Hitchcock (1ra ed., pp. 237–253). Wiley-Blackwell.